QUE PENA SR. PRESIDENTE POR: Dr. RAUL YEPES

 

Que pena, Señor Presidente

Dr. Raúl Yepes Pereira

 

            En su ultimo "Aló Presidente", el primer mandatario hizo referencia a la muerte violente de una médica cubana a manos de un presunto joven que se encontraba bajo el  efecto de las drogas. Pidió, así mismo, a todas las autoridades civiles y militares, e incluso a las comunidades civiles, que se aboquen a la defensa de todos "los médicos cubanos", que vienen a nuestra Patria a defender la vida de los venezolanos.

            Soy médico y como tal, formado para la vida y nunca para la muerte, por eso lamento profundamente la muerte de esta ciudadana cubana, que se encontraba en nuestro País, quizás en forma no voluntaria, pero se segó una vida y eso es importante por que toda vida humana merece respeto y dignidad.

            Ahora bien, Sr. Presidente. Donde deja usted la consideración, el respeto y la dignidad de eseos centenares de hombres, mujeres, casi siempre jóvenes que pueblan nuestros barrios que día a día van dejando sus vidas en manos de los drogadictos,  malandros y bandas de delincuentes que abundan en nuestras comunidades y a las cuales pareciera que el gobierno se hiciera la vista gorda, dando prioridad a la preparación para una "guerra" contra el imperio que nos ataca. Donde, Sr. Presidente, deja también a esa cantidad de jóvenes médicos venezolanos que anualmente se gradúan en nuestras universidades y los vemos en muchos casos sin empleo digno, conduciendo taxis, o en el tercermundista mundo de la buhonería.

            Que pena, Sr. Presidente, que usted, con la misma vehemencia con la que solicita la protección a los cubanos de Barrio Adentro, no se dedica a la lucha frontal en contra del hampa que en forma progresiva elimina a nuestros jóvenes, a nuestros niños que quedan atrapados en las "líneas de fuego" de las bandas, que pena, que no hay repuesta adecuada ante los secuestros que asolan nos solo las fronteras, sino en todo el territorio nacional en contra de los productores, industriales y en fin en contra de los que se dedican al engrandecimiento del País.

            Todas estas victimas de asesinatos, secuestros, lesiones, etc., son venezolanos, Sr. Presidente, venezolanos que necesitan de su protección como primer mandatario, son venezolanos que sienten, sufren, ríen cuando pueden, tienen padres, madres, hijos, hermanos, son compatriotas nuestros y merecen ser dignos y libres en una Patria donde se respete la vida humana. Cumpla con su deber, Sr. Presidente.